lunes, 9 de diciembre de 2013

Familia Strauss

Stolpersteine en memoria de la familia Strauss
ubicados en la Schützenstraße, 24 de Osnabrück
© Universitat Osnabrück

La familia Sinti Strauss vivía en Osnabrück, ciudad de la Baja Sajonia alemana. El matrimonio, formado por Heinrich Strauss (nacido en Thiene, Bélgica el 14 de septiembre de 1896) y Sibilla Strauss (nacida el 26 de octubre de 1896 en Wulkau) tuvo cuatro hijos; la hija mayor, Anna, nació el 21 de junio de 1920 en Lengerich oder Dropa, Walter, vino al mundo el 8 de noviembre de 1925, Hildegard, nació el 23 de mayo de 1934 y Margot, la hija pequeña, principió su vida un 28 de junio de 1939, los tres hijos más pequeños nacieron en Osnabrück.


Heinrich se ganaba la vida como músico, pero dentro de la progresiva política de exclusión seguida por los nazis contra la población Romaní del Reich y como se recoge en el documento adjunto que pertenece al "Boletín Oficial de la Cámara de Música del Reich" Heinrich fue expulsado de la Cámara de Música del Reich el 28 de agosto de 1939 por su origen Gitano, perdiendo por lo tanto el derecho a ejercer su profesión y con ello el sustento de su familia.


Documento de expulsión de Heinrich Strauss
de la Cámara de Música del Reich.
© Universitat Osnabrück

Todo empeoró cuando la Kripo de Osnabrück detuvo a 54 Romaníes de la ciudad el 1 de marzo de 1943, para con posterioridad reagruparlos junto a otros Romaníes de la región y proceder a su deportación, en uno de los primeros convoyes conformados con Gitanos que llegaron al campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau en Polonia.

A su llegada al campo los Romaníes eran obligados a bajar de los vagones en medio de una nube constante de insultos, gritos y golpes, ladridos de los fieros pastores alemanes. Se le ordenaba formar en filas de a cinco, así, en formación marchaban desde la rampa donde los había dejado el tren hasta el campo. Ya allí, se procedía a un baño general, bajo vigilancia de las SS. El baño comunal significaba una fuente de enorme vergüenza para muchos Gitanos, ya que de acuerdo a la tradición Romaní una mujer no debe desnudarse delante de hombres extraños. Después del baño los conducían a la Schreibstube, allí quedaban registrados en el Hauptbuch del “Zigeunerlager“ y les entregaban los triángulos de tela utilizados para marcarlos, y que tenían que coser en su ropa. También se les tatuaba un número en su antebrazo izquierdo, comenzando con una gran letra Z (en alemán Zigeuner significa Gitano). Se denigraba a seres humanos para convertirlos en simples números. En ese campo los Strauss quedaron registrados con los números de prisionero:

- Heinrich Strauss Z-459
 - Walter Strauss Z-460
 - Sibilla Strauss Z-530
 - Anna Strauss Z-531
 - Hildegard Strauss Z-532
 - Margot Strauss Z-533


Los internaron en la Sección BIIe de Birkenau, el Zigeuner-Familienlager. Esta sección del campo medía unos 150 por 170 metros, rodeada de valla electrificada. En este área había 32 barracones de madera, sin ningún tipo de aislamiento que los protegiera de las gélidas temperaturas invernales. Los barracones se diseñaron para albergar entre 300 y 400 personas por cada barracón, pero durante el tiempo que existió el Campo Gitano se apretujaban en cada Block entre 1000 y 1200 personas. Al contrario que en otras partes del complejo de Auschwitz, las familias Romaníes quedaron alojadas juntas. (La única excepción comparable en Auschwitz-Birkenau fue el Campo Familiar de Terezín) se les permitía llevar ropas de civiles y dejarse crecer el cabello. En cada barracón había muchas literas de madera de tres alturas, que medían 185 cm de largo por 280 cm de ancho, los prisioneros dormían de a cinco o seis por cada plancha de madera, situados de forma transversal para aprovechar el escaso espacio disponible.


Interior de un Barracón de Auschwitz-Birkenau
© Yad Vashem

A diferencia de los de otros campos, los prisioneros en el campo Gitano no fueron incluidos en los Kommandos de trabajo fuera del la sección BIIe. Trabajaron en su mayoría en el interior del mismo, lo que a menudo significaba la realización de trabajos innecesarios que no perseguían ningún objetivo. Las catastróficas condiciones de vida, el constante trato vejatorio y sobre todo la enorme escasez de alimentos y la falta de higiene sembraron de muerte el Zigeuner-Familienlager de Birkenau. Los prisioneros siempre tenían hambre. La “comida” consistía en una especie de sopa aguada hecha con carne y verduras podridas, un poco de pan, algo de margarina, té o una bebida amarga parecida al café. Tener diarrea se convertía en algo muy común. Los prisioneros se debilitaban por la deshidratación, la insalubridad y el hambre, contrayendo con suma facilidad enfermedades contagiosas como el tifus, la sarna, la fiebre tifoidea o el sarampión. Muchos niños se vieron afectados en el área facial por la enfermedad Noma. Cada día suponía una extraordinaria lucha por sobrevivir en mitad de aquel dantesco caos.


Barracones del Campo para Familias Gitanas
sección BIIe de Auschwitz-Birkenau
© Auschwitz Museum


La muerte aguardaba presta tras las alambradas electrificadas de aquel monstruo llamado Birkenau, y pronto, el 28 de abril de 1943, las difíciles condiciones de vida en aquel terrible lugar provocaron que Margot, la hija pequeña de los Strauss con tan solo tres años, encontrara la muerte. El dolor de una madre, de un padre y de los hermanos mayores por la pérdida de la pequeña, hicieron aún más difícil la supervivencia de todos.

El 19 de mayo de 1943 murió el hijo varón, Walter, y casi dos meses después, el 11 de julio de 1943, falleció la hija mayor, Anna. De Hildegard, la tercera de las hijas del matrimonio Strauss se desconoce su destino aunque probablemente falleciera a lo largo del año 1943. Reflexionen por un momento en el enorme dolor de una madre que ha perdido a todos sus hijos, su razón de ser en la vida, su luz, su camino. Sibilla, la mamá, sucumbió a la muerte el 14 de julio de 1943, tres días después de la pérdida de su hija mayor. Heinrich, el padre, se había quedado solo en medio de aquel infierno, finalmente encontró la muerte en Birkenau en diciembre de 1943.

Toda la familia Strauss pereció en Birkenau víctima del Porrajmos, no olviden sus nombres, repítanlos; Heinrich Strauss, Sibilla Strauss, Anna Strauss, Walter Strauss, Hildegard Strauss, Margot Strauss, nunca olviden sus nombres.

 Del total de unos 60 Romaníes deportados de Osnabrück, tras la guerra, sólo dieciséis de ellos consiguieron sobrevivir.
  
            Seis Stolpersteine fueron colocados en memoria de la familia Strauss en la Schützenstrasse, 24 de Osnabrück el 26 de marzo de 2008.

Fuentes
- Stolpersteine in Osnabrück. Stadt Osnabrück.
- Amtliche Mitteilungen der Reichsmusikkammer Nr. 16/17, Berlin 01.09.1939, Pág. 53.
Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen I. Páginas 60-61.
Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen II. Páginas 756-757.
- Verein Osnabrücker Sinti e.V. (Hg.), Sinti in Osnabrück – Bürger dieser Stadt
- The Gipsy Camp at Auschwitz-Birkenau. Petr Lhotka. Museum of Roma Culture. Brno.
- Geschichte der Stadt Osnabrück. Gerd Steinwascher. Meinders & Elstermann, 2006. Página 756.